sábado, 19 de noviembre de 2016

¿Cuál es la resolución ideal para que una imagen sea impresa con calidad?

 
 ¿Cuántos megapixels debe tener una imagen para poder imprimirla con calidad?
 

La respuesta más simple sería decir que la imagen debe tener la resolución y tamaño suficientes para que sea vista con suficiente calidad en el tamaño deseado.

Entre los diferentes factores que influyen en la calidad de una imagen, como son el brillo, contraste, enfoque, tenemos uno fundamental que es la resolución.
Cuanto mayor sea la resolución de una imagen mayor calidad tendrá, es decir, será más real y más parecida a la imagen que vemos en el PC. La resolución es un factor independiente del tamaño de la imagen. Tanto un defecto como un exceso de resolución son negativos a la hora de representar la imagen. Por tanto lo que deberemos conocer es cuál es la resolución necesaria para poder mostrar nuestra imagen.
La resolución de una imagen se mide en puntos por pulgada (ppp o dpi dots per inch). Si la impresión es en pantalla, es el número de puntos (pixels) que una pantalla muestra en el espacio lineal de una pulgada. Si la impresión es en impresora sobre papel, cartón corrugado, plástico corrugado/Forex, metacrilato o plexiglass, aluminio Alu-dibond o madera es el número de puntos individuales de tinta que una impresora puede producir en el espacio lineal de una pulgada.
Un punto o pixel en pantalla no equivale a un punto de tinta de impresora. Esto significa que para ver una imagen impresa con tinta con la misma resolución que en la pantalla deberá ser de menor tamaño. Un pixel de una pantalla de ordenador puede iluminarse con un rango de millones de colores distintos. En cambio, una impresora necesita varios puntos de tinta para representar un pixel sobre el papel. Muchas impresoras en color utilizan sólo 4 tintas, para conseguir mayor variedad cromática para representar un pixel necesitan entre 4 y 6 puntos de tinta cada uno de ellos de un solo color pero que en conjunto consiguen imitar el valor cromático que la pantalla del ordenador es representada con un solo pixel. Para una imagen de 100 pixels de ancho se necesitaría imprimir de 400 a 600 puntos horizontalmente para reproducir con precisión la imagen.
Cuando se trabaja con una imagen cuyo resultado será una impresión es muy importante que desde el origen tenga la resolución estándar de imprenta que es de 300 ppp. Si se trabaja con una imagen de menor resolución y se amplía su resolución digitalmente, el resultado es malo y la imagen pierde definición provocando los conocidos bordes con dientes de sierra. Para conocer la resolución que debe tener una imagen habrá que conocer a qué distancia va a ser vista. La resolución es inversamente proporcional a la distancia de visión. El ojo humano es capaz de apreciar una determinada resolución dependiendo de la distancia de visionado. Cuanto mayor sea la distancia de visión, menor deberá ser la resolución ya que el ojo no será capaz de apreciar resoluciones mayores.

Existen estándares que dicen que si es impresión offset se necesitan 300ppp (mínimo 150 siendo ya algo escasa) y si es digital gran formato con 96ppp  podría valer dependiendo desde qué distancia se vaya a ver.  
 
Pero hay una forma más fiable para conocer la resolución mínima que necesitamos tener en la imagen de partida para poder imprimir nuestro póster, cuadro, cartel rígido, lona, vinilo… sin tener problemas de calidad una vez terminada la impresión. Hay una fórmula que dice que la inversa de la distancia de visión (en pulgadas) por la inversa de la resolución (en ppp o dpi) nos da una cifra a comparar con la limitación humana que es de 1/3000 radianes. ¿Qué significa esto? Significa que a 15m de distancia nuestro ojo no distingue más de 5ppp, o que a 2,5m no distingue más de 30ppp.
¿Cuál es la distancia óptima para ver una impresión? Como norma general la distancia óptima es de un mínimo de 2 veces y un máximo de 5 veces el ancho (para una imagen en apaisado). Pero si queremos mayor exactitud podemos decidir a qué distancia queremos que nuestra imagen sea vista con calidad. Aplicando la fórmula podemos obtener esta tabla que relaciona las distancias de visión con la  resolución máxima que aprecia el ojo.

Distancia de visión Resolución máxima apreciada por el ojo   Distancia de visión Resolución máxima apreciada por el ojo
20 cm 381 dpi   2 m 38 dpi
25 cm 305 dpi   2,5 m 30 dpi
30 cm 254 dpi   3 m 25 dpi
40 cm 191 dpi   3,5 m 22 dpi
50 cm 152 dpi   4 m 19 dpi
60 cm 127 dpi   4,5 m 17 dpi
70 cm 109 dpi   5 m 15 dpi
80 cm 95 dpi   5,5 m 14 dpi
90 cm 85 dpi   6 m 13 dpi
1 m 76 dpi   8 m 10 dpi
1,2 m 64 dpi   10 m 8 dpi
1,4 m 54 dpi   12 m 6 dpi
1,6 m 48 dpi   14  m 5 dpi
1,8 m 42 dpi   16  m 5 dpi

Conocida la resolución que necesitamos ya solo nos falta definir las medidas de largo y ancho que queremos que tenga la impresión para así poder conocer cuántos pixels por cada lado requiere la imagen de partida.

Pixels de largo = Largo(cm) * Resolución (ppp)/2,54
Pixels de ancho = Ancho(cm) * Resolución (ppp)/2,54
 
Si multiplicamos los pixels de largo x pixels de ancho obtendremos los megapixels que deberá tener la imagen.
 
Ejemplo: queremos imprimir un cartel sobre plástico corrugado para unas dimensiones de 3m de ancho por 1m de alto. El cartel estará colocado detrás de la barra en un restaurante por lo que su distancia de visionado será mínimo de 1m. Para esa distancia necesitamos una resolución de 76ppp. Aplicando la fórmula de arriba:
300cm * 76ppp / 2,54 = 8976 pixels
100cm * 76ppp / 2,54 = 2992 pixels

Dimensión en pixels de la imagen:
8976 pixels * 2992 pixels = 26856192 pixels = 26,8 Mpx

viernes, 21 de octubre de 2016

Síndrome de Procusto: Prescindir de quien sobresale


Resultado de imagen para Procusto


La incapacidad para reconocer como válidas ideas de otros, el miedo a ser superado profesionalmente por un subordinado o la envidia pueden llevar a algunos directivos o mandos intermedios a eludir su principal responsabilidad, tomar las decisiones más adecuadas para su empresa, dedicándose a cercenar las iniciativas, aportaciones e ideas de aquellos que pueden dejarles en evidencia. Es el Síndrome de Procusto, un nombre de origen mitológico que retrata una figura que suele observarse en entornos laborales y resulta nefasta para cualquier organización o equipo, incluido el de Comunicación.

La propia definición del síndrome de Procusto ya deja claras sus negativas consecuencias:
“Aquel que corta la cabeza o los pies de quien sobresale”.
 
Historia del mito:
En la mitología griega, Procusto era un posadero que tenía su negocio en las colinas de Ática. Cuando un viajero solitario se alojaba allí, Procusto entraba por la noche en su habitación y le ataba las extremidades a las esquinas de la cama.
 
Entonces, había dos posibilidades. Si el viajero era más grande que la cama, Procusto le cortaba las extremidades que sobresalían (pies, brazos, cabeza…) para que ‘encajase’ exactamente en el lecho.
Si por el contrario era más pequeño, le ‘estiraba’ hasta descoyuntarlo para que se adaptase a la medida. De hecho, el verdadero nombre del posadero era Damastes. Procusto era su apodo ya que significa ‘el estirador’.
 
Lo cierto es que nadie se adaptaba inicialmente a la medida ya que, al parecer, Procusto tenía dos camas para esta tarea, una grande y otra pequeña, y asignaba una u otra habitación en función de la altura del huesped.
 
El héroe Teseo, en el último de sus trabajos, fue quien acabó con Procusto engañándole para que se tumbase en la cama, momento que aprovechó para atarle y aplicarle su propio ‘método’.
 
El Lecho de Procusto:
La literatura universal ha utilizado frecuentemente esta figura desde la antigua Grecia y muy pronto se aplicó a diferentes entornos como la familia, la empresa, la política…
Básicamente Procusto se ha convertido sinónimo de uniformidad y su síndrome define la intolerancia a la diferencia.
 
Así, cuando alguien quiere que todo se ajuste a lo que dice o piensa, lo que quiere es que todos se acuesten en el ‘Lecho de Procusto’.
 
Procustos en la empresa:
 
 
Para reconocer mejor la figura del Procusto en una organización, suelo realizar una distinción entre dos modelos que tienen ligeras diferencias, ‘Conscientes’ e ‘Inconscientes’ de que lo son:
  1. Inconscientes de que lo son: Directivos y mandos intermedios que no escuchan otras opiniones al entender directamente que su idea siempre va a ser la mejor y son los demás quienes deben adaptarse a ella.
  2. Conscientes de que lo son: Directivos y mandos intermedios que reconocen entre sus subordinados a figuras que pueden hacerles sombra.
Consecuencias
 
Inconscientes de que lo son:
  • Su  visión siempre es tan clara que se molestan si se les dice que no tienen razón.
  • No se ponen en el lugar de los demás, aunque creen que sí lo hacen.
  • Suelen hablar de tolerancia, multidiversidad, intercambio de ideas… pero cuando esto se produce no soportan que se den opiniones diferentes a la suya y encuentran cómo criticar o deslegitimar a esa persona.
Conscientes de que lo son:
  • Tienen miedo de ‘jóvenes, nuevos y proactivos’ con conocimientos, capacidades o iniciativas que ellos no tienen.
  • Por ello, limitan las capacidades, creatividad e iniciativa de sus subordinados para que no evidencien sus propias carencias.
  • Son capaces de modificar su posicionamiento inicial ante un tema si ven que alguien opina igual y puede llegar a capitalizar la atención o destacar sobre él si se acepta esa tesis.
Consecuencias comunes:
  • Generan un clima laboral de tensión y estrés.
  • Fuerza las circunstancias para ajustarlas a su propio modelo.
  • No optimizan sus equipos. Priman su visión personal, o incluso sus intereses particulares, frente a la maximización del rendimiento y la eficacia.
  • Deforman, ocultan, interpretan… los datos obtenidos tras un estudio de manera que confirmen su hipótesis previa.
  • No asignan tareas a quienes las harían mejor, cierran su acceso a proyectos en los que destacarían, no les evalúan correctamente en los controles internos…
  • Exigen niveles de Calidad y perfección que, en muchas ocasiones, ni las tienen ellos ni se pueden alcanzar.
  • Por su autoconvencimiento de tener razón, son más proclives al lanzamiento de productos o servicios que exigen una cierta adaptación del usuario. Esto puede traer éxitos momentáneos si lo que se aporta también es novedoso y atractivo, pero si no se ha procurado adaptarse totalmente a lo que precisa el mercado la competencia pronto lo clonará adecuándolo al consumidor/cliente y llevará al fracaso a quien lo creó.
El departamento de Comunicación:
En los tiempos actuales, en los que las funciones de los departamentos de comunicación se han ampliado, un Dircom debe tener especial cuidado en no convertirse en un Procusto ya que tiene una serie de peligros añadidos que contribuyen a esa posibilidad.
  • La ampliación de las funciones puede dejar fuera de juego a quienes se han limitado a poco más que el envío de notas de prensa y relaciones con la prensa (generalmente porque esa era la única función que se les asignaba).
  • El crecimiento de los departamentos lleva al Dircom a tener que desarrollar labores de liderazgo y dirección de personas que, en algunos casos, nunca ha tenido que desempeñar al trabajar sólo.
  • Las redes sociales han traído la necesidad de entender y dominar su alcance, posibilidades y métricas; un entorno tecnológico al que puede costar adaptarse.
Cuando se da alguno de los puntos anteriores y se destapan carencias es cuando pueden surgir los Procustos.

Frente a esto, profesionalidad y formación continua son la solución. Ambas son las que aportan los conocimientos y la visión necesarios para tener la capacidad de gestionar adecuadamente las virtudes propias y las de los subordinados, y lograr que todas ellas contribuyan al bien común de la empresa y el equipo.

Porque el problema no es tener subordinados que saben más que tú sobre determinados temas, una situación que incluso es deseable como queda claro en la frase anterior de Steve Jobs (imagen). El problema es no saber gestionar ese talento.
 
Conclusión:
El Síndrome de Procusto es un gran mal de muchas empresas y prácticamente todos hemos visto casos concretos en los que se produce.
 
Como reflexión final, una frase propia que llevo años utilizando para referirme a este tema:
“El gran problema de muchas empresas es que tienen empleados en puestos de responsabilidad que han decidido (consciente o inconscientemente) que sus obligaciones no son las que les ha asignado la empresa, sino que su trabajo consiste en mantener su trabajo”.
 
 
Enlace: Procusto.

miércoles, 29 de junio de 2016

Cómo realizar un análisis FODA en 4 pasos

por 
FODA
Un análisis FODA es una herramienta imprescindible al momento de analizar la situación de nuestro emprendimiento y las oportunidades y dificultades que presenta el mercado. Desafortunadamente, muchos emprendedores y dueños de negocios evaden la realización de este análisis al considerar que es complicado o que es necesario tener conocimientos especializados de algún tipo, y están completamente equivocados al respecto.
Para realizar este análisis, no se requieren de herramientas complicadas. Un papel y un lápiz (o descargar una planilla para imprimirla o trabajarla desde el computador) son más que suficiente para sentarse a analizar el negocio, sin tratar de maquillar o endulzar las cosas. Claro, será necesario también recibir cierta información clave.
Antes de ese paso, es necesario saber qué es un análisis FODA, cómo se realiza y cómo puede ayudar a mejorar el negocio y reestructurarlo si es necesario. Puede ser muy beneficioso para la compañía si se hace correctamente.

¿Qué es la matriz FODA?

La matriz FODA es un estudio profundo y completo que se realiza de una compañía o negocio. Su nombre es el acrónimo de las palabras: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas; ya que estos son los parámetros utilizados para realizar este análisis.
Pero no se trata de ir rellenando casillas al azar, sino que estos parámetros se evalúan desde dos ópticas distintas pero relacionadas entre sí. Lo primero, las fortalezas y debilidades se evalúan desde el punto de vista interno de la empresa, es decir, que pueden ser controlados de forma directa. Por ejemplo, como fortaleza una gran cantidad de personal, y como debilidad que este personal no actúa como si fuera parte de un equipo (mala comunicación interna).
Por su parte, las oportunidades y amenazas se evalúan desde el punto de vista externo, y no es posible controlarlas directamente de ninguna forma. Por ejemplo, una oportunidad podría ser que el mercado tiene un segmento que no está atendido por ninguno de los competidores. En cambio, una amenaza podría ser la entrada de un gran competidor al mercado.
Conocer estos factores puede ayudar en muchos aspectos, ya que se podría saber cómo enfrentar a la competencia y cómo mejorar todos los aspectos internos de la compañía para poder mejorar la producción, incrementar las ganancias y conseguir más clientes.

Otros detalles a considerar

Algo que limita la eficiencia de los análisis FODA es que no se suelen hacer correctamente. Según Malcolm McDonald, profesor emérito de la Universidad de Cranfield, sostiene que este análisis debe hacerse para cada segmento del público. Esto es evidente sobre todo si la compañía atiende mercados diferentes con productos diferentes. Sin embargo, si la empresa atiende públicos con necesidades diferentes, entonces se necesita hacer análisis para cada uno de ellos.
Una vez concluido el análisis para cada mercado, entonces se pueden elaborar estrategias a partir de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Estas estrategias pueden variar y se clasifican según estos criterios:
  • Estrategias FO: consisten en usar las fortalezas para aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado.
  • Estrategias FA: se usan las fortalezas para afrontar las amenazas
  • Estrategias DO: esta estrategia consiste en hacer el esfuerzo de resolver las debilidades para aprovechar las oportunidades del mercado. Claro, esto puede ser un proceso largo y de mucho trabajo.
  • Estrategias DA: son estrategias de supervivencia, pues las debilidades no permiten enfrentarse a las amenazas. Una estrategia DA podría ser, por ejemplo, salir del mercado.

Pasos a seguir para realizar un análisis FODA

  • Analizar las fortalezas

Este ítem se refiere a todas las fortalezas que tiene la compañía internamente, por lo que se deben analizar sólo las fortalezas y ventajas competitivas que posee el negocio sin importar las otras compañías de la competencia en lo más mínimo.
Es necesario estudiar las fortalezas (y debilidades) desde el punto de vista del cliente. Para ello es necesario basarse en la información que tenemos del mercado.
  • ¿Qué dicen los estudios de lo que piensa el cliente de tus productos o de tu marca?
  • ¿Cómo este se decide a adquirir tu producto?
  • ¿Cuáles características del producto lo ayudan a tomar su decisión?
  • ¿Cómo califica el público en una escala tus productos en comparación con los de la competencia?
Las respuestas a estas preguntas (y a otras similares que puedan surgir) ayudarán a conocer las fortalezas de la compañía a partir de lo que dice el mercado.
  • Analizar las debilidades

Este es uno de los parámetros más difíciles de completar, porque a las empresas, normalmente, les cuesta admitir lo que han hecho mal y cuáles errores han cometido. Por esta razón, esta sección, al igual que las fortalezas, se realiza a partir de los hallazgos de las investigaciones de mercado realizadas.
Por ello es necesario realizarse unas preguntas, como las siguientes, entre otras:
  • ¿Qué perjudica la reputación del negocio?
  • ¿Los productos o servicios que se ofrecen siguen cubriendo las necesidades del segmento?
  • ¿Los precios de los productos son apropiados según el público?
  • Conocer las oportunidades

Aquí se debe estudiar, con conciencia, cuáles son las ventajas que posee la marca dentro de un mercado determinado, por lo que se debe pensar sobre todas las posibilidades que existen de mejorar y expandir la marca para conseguir un impacto mayor.
Entre las preguntas que se deben contestar, por ejemplo, están:
  • ¿Es posible atraer nuevos clientes de segmentos diferentes?
  • ¿Se puede ampliar la variedad de productos que se ofrecen?
  • ¿Se están aprovechando todos los canales de ventas posibles?
  • ¿Es posible incursionar en nuevos mercados?
  • Prestar atención a las amenazas

Por último, es necesario prestar atención a todas las amenazas. Aunque muchas de ellas son universales en todas las empresas, es necesario concentrarse en aquellas que sean propias del tipo de mercado que se atienda.
Si no se conocen las amenazas, en base a las oportunidades, es posible no poder tomar medidas a tiempo para evitar el fracaso rotundo y completo. Para descubrirlas, se pueden hacer preguntas similares a las siguientes:
  • ¿Existen nuevos competidores en el mercado?
  • ¿Cuáles productos sirven de competencia y sustitutos a los que se ofrecen?
  • ¿Los gustos de los consumidores han cambiado?
  • ¿Qué ventajas tienen los competidores sobre la compañía?
En conclusión, un análisis FODA podrá ayudar a conocer más de cerca todas las características de la compañía, lo que en definitiva servirá para poder fortalecer los cimientos de la misma, alcanzar los objetivos planteados y enfrentarse a los nuevos retos que aparezcan en el camino de la forma adecuada.

martes, 10 de mayo de 2016

Trucos demostrados contra los bloqueos creativos

La ciencia dice que la creatividad se puede entrenar y convertir en un hábito





A lo largo de la historia, los genios han encontrado la inspiración en sitios muy dispares. Las ideas los sorprendían en el retrete, los zarandeaban por la noche para despertarlos o los requerían en el momento más inoportuno.

Los pensadores e investigadores no han dejado de perseguir la poción mágica (o, más bien, científica) que permita tener mejores ideas. Si no lo han conseguido, se han acercado bastante. Ahora tienen algunas pistas sobre qué hábitos o costumbres son más susceptibles de atraer buenas ideas. Por ejemplo, según un estudio realizado por el profesor Epstein en la Universidad de San Diego (California) y publicado en el Creativity Research Journal, es posible aumentar la creatividad si se atienden estos cuatro consejos.
  1. Escribir las buenas ideas para que no se escapen
Tan sencillo como acostumbrarse a llevar un cuaderno en el que apuntarlas. Ahora, con los smartphones, lo tenemos más fácil que nunca: siempre podremos grabar una nota de voz o de texto con las palabras clave para que nuestra idea no se escape. Es mejor hacerlo en el momento que pensar en apuntarlo más tarde.
Escribir las ideas puede ser también un buen truco en el caso de pensamiento colectivo. En oposición al omnipresente brainstorming («tormenta de ideas»), sobre el que muchos expertos son escépticos (ya que algunos de los presentes no se atreven a exponer sus propuestas por miedo al rechazo); el psicólogo Paul Paulus de la Universidad de Texas sostiene que es muy efectivo hacer brainwriting, es decir, escribir las ideas en vez de decirlas para que el siguiente añada su opinión en el mismo papel. Este método también puede utilizarse por correo electrónico, según el investigador.
  1. Emplear tiempo también en cosas inútiles
No hace falta que el cerebro siempre se dedique a tareas que lleven a alguna parte. Si se ocupa con retos desafiantes que seguramente no se consiga ni siquiera terminar, por el camino él irá haciendo espacio para nuevas ideas. Es frecuente dejar de hacer algo porque quita tiempo de tareas realmente «productivas». Pero alejarse de la mesa de trabajo o de la hoja en blanco hará que se vuelva a ellos con las manos cargadas de pistas. Si se tiene un trabajo creativo, apuntarse a clases de baile o emplear una tarde en tratar de aprender a reparar un mueble no es perder el tiempo.
Incluso hacer tareas aburridas durante quince minutos, como por ejemplo copiar números de teléfono, aumenta la inventiva, según unos investigadores de la University of Central Lancashite (UCLan).
  1. Abrir la mente a otros campos
El profesor recomienda no dejar de formarse. Apuntarse a un curso gratuito sobre un área que no esté directamente relacionada con tu actividad, leer revistas de otros campos… La interconexión entre distintas formas de vida y conocimientos es, en su opinión, la base del pensamiento creativo. En una ciudad grande con numerosos estímulos aumenta hasta un 15% la capacidad de generar patentes.
  1. Rodearse de gente interesante
Las relaciones definen y construyen a las personas, por lo que una cena cotidiana con gente inteligente puede ser un buen alimento para la creatividad. El profesor Epstein también recomienda trasladarse a espacios nuevos y rodearse de objetos fuera de lo común, dado que estos te ayudarán a desarrollar ideas más originales.

El investigador cree firmemente que la creatividad se puede convertir en un hábito, y que «no hay realmente ninguna evidencia de que una persona sea inherentemente más creativa que otra».
Antes que este profesor, muchos otros estudiosos se han esforzado por localizar esas actitudes o circunstancias que hacían a las personas ser más creativas. Aunque hay una gran diversidad de autores y de opiniones, por regla general los consejos para tener mejores ideas coinciden con las prácticas que se asocian al bienestar y la calidad de vida.

Por ejemplo, dormir sirve tanto para resolver problemas como para tener buenas ideas. Así lo demostró la psicóloga Deidre Barrett en 1993 en la Harvard Medical School, y posteriormente unos investigadores de la Universidad de Lübeck (Alemania) en 2004. En sus pruebas, descubrieron que los alumnos que dormían durante un descanso en el estudio aprendían mejor la lección y que muchas de las personas que pensaban en un problema concreto antes de irse a la cama encontraban una solución más fácilmente al despertar. La idea es que la mente descansará mejor después de un descanso.

Pasar tiempo en la naturaleza también espolea la creatividad. Lo dice entre otros Janetta Mitchell McCopy, de la Universidad de Washington, que añade que las personas tienen mejores ideas en espacios con luz natural y decorados con madera que en otros que solo cuenten con materiales manufacturados.

En contraposición con aquellos que piensan que «la desesperación inspira más que la alegría», Karen Gasper, de la Penn State University, cree que la tristeza inhibe la creación de ideas, y sugiere que puede ser porque cuando estamos tristes cometemos más errores, o porque cuando estamos alegres es cuando se nos ocurren asociaciones de palabras, diagnósticos o respuestas a dilemas.
Hacer ejercicio físico (no solo deporte, sino incluso simplemente salir a caminar) también estimula distintas partes del cerebro.

El color azul, el humor, convivir con niños… Existen tantos trucos para alimentar la creatividad como personas. Quizá, en realidad, todo se resuma a uno: el que te sirva a ti, ese es el truco más válido, lo diga un estudio o no.

sábado, 9 de abril de 2016

Una nueva medicina: Los Pensamientos curan más que los medicamentos

Bruce Lipton reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la capacidad de curar a través de la energía, mucha más eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo “alérgicos” que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. 

Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como “La biología de la creencia” y “La biología de la transformación”.
 
A continuación veremos una entrevista realizada al Doctor Bruce Lipton:

Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?

Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. 

Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.





bruce lipton


¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?

Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). 

Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, las células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. 

Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!

¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.


En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?

entrevista bruce lipton 

No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.


¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.


Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.


Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?

Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.

"Si pones al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana."


Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.

Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.


Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?

pensamiento energia 
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. 

La gente sanaba con los chamanes, con las manos… pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.

"La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química."


Y eso enlaza con la física cuántica.

Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.


Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?

Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.


Pero no lo podemos controlar.

Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.


Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se ‘programa’ su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.


¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?

Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por qué sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento… solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.


Con su investigación, ha aunado ciencia y espíritu, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?

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Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. 

Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.


¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?

Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate? Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

-Entrevista a Bruce Lipton-